lunes, 5 de mayo de 2008

8º Etapa (y última): Mato/Casanova - Santiago de Compostela 03/05/08

Distancia: 65,65 km.
Acumulado: 541,24 km.
Tiempo efectivo: 5h 13m 41s.
Vmed.: 12,55 km/h.
Vmax.: 53,92 km/h.
El peregrino se ha levantado con un extraña sensación que desde hace días no experimentaba, la de haber descansado muy bien. Y es que durante este recorrido el descanso no es del todo completo al compartir lecho con tanto personal de diferentes procedencias, y cada día en una cama diferente. El que no ronca, se levanta tempranito (6 de la mañana) y comienza la sesión de ruiditos que le van despertando antes de lo que necesita. El peregrino no recordaba que le fueran tan molestos los ronquidos de los demás.
Han estado alojados en el albergue privado A Bolboreta (Vilar de Remonde), en la zona de Mato/Casanova, y sus dueños les han atendido la mar de bien : Montse y Amaro. les proporcionaron habitación con baño para tres personas (Un lujo afro-asiático de los de antiguamente.).
Esta mañana salieron los tres peregrinos a las 11h porque Luis estuvo actualizando el blog, y porque se levantaron tarde, claro.
En seguida y desde el primer momento comenzaron las rampas y, con ello, el desgaste y el esfuerzo con las fuerzas cada vez más justas.El paisaje es de una belleza y de un colorido indescriptible, pero exige un pago en forma de machaque en las piernas por las continuas subidas y descensos.
El bicigrino-astifino, que dice ir como un toro, ha ido tirando como si de una prueba profesional se tratara y ha estado todo el día demarrando y esperando a los dos bicigrinos retrasados, no se sabe aún el por qué de tal demostración de ¿poderío?. Este humilde servidor creía que esto era sólo una forma de hacer un turismo muy personal de tal manera que no le obligaría a llevar el corazón en la boca por el esfuerzo. A estas edades ya piensa uno en cuidarse y los sobreesfuerzos no son buenos consejeros. No debe ser bueno ir a más de 150 pulsaciones por minuto si no se está en muy buena forma y si además se piensa en los enanos..., bueno, mejor dejarlo así.Los bicigrinos llegaron a Melide, y pasaron a visitar la Iglesia de San Juan donde les recibe el cristo de los peregrinos, que baja su brazo para dar la mano al bicigrino.
Tras reencontrarse con los catalanes del Metro de Barcelona, éstos les aconsejaron entrar en la pulpería que tenían al lado. A Garnacha pone un pulpo que sabe muy, muy bueno, pero como estos peregrinos han recorrido mucho mundo es posible que ni en Casa Ezequiel (de renombre por todo el orbe) lo hagan como los que se han preparado en diferentes ocasiones en Casa Los Alcarria (no es un bar, es la casa de unos buenos amigos). 6€ por ración de pulpo no es mal precio, así que tras pagar a las 12:52:25, se las piran los bicigrinos, que tienen tajo por delante.
Se vé que es grande este pueblo. A la salida de Melide, pasa un grupo de ciclistas uniformados todos igual. Se puede observar en sus indumentarias que son de Miajadas (CC). El peregrino les llama la atención requiriéndoles para que se identifiquen, a lo cual todos responden sin dilación y parando sus bicicletas en seco y en el acto. Se produce un momento de confraternización por aquello de que tenemos puntos en común con aquella tierra y, tras una breve charla, y unas risas, emprenden el camino de nuevo.
Los bicigrinos les siguen pero los otros van rapiditos por ir sin alforjas ni otras impedimentas. Llevan coche de apoyo que les sirve de sustento, o sea, de apoyadura.
Después de seguir por esos machacadores caminos gallegos de continuas y agotadorassubidas inaguantables y bajadas de locura , se dan cuenta que si no toman la carretera no llegarán a Santiago esta tarde a tiempo, lo cual les lleva a ir algo más rápido pero con el peligro añadido de la circulación pasándoles a un metro de distancia.
Los bicigrinos paran en Arzúa a sellar credencial y tomar un tentempié en el albergue Ultreia, Avda. Lugo, 126. Es nuevo y las instalaciones están geniales y muy limpias. Buenos y ricos pinchitos de mejillones en salsa y queso con los refrescos que puso la señora.
El cansancio hace ir a ritmo cadencioso a Julio y Luis y no parecía que esto tuviera fín. Parece que esto no va con Juan, él va muy bien: es que es Zugasti, claro.
Nuestros héroes se van cruzando varias veces con el grupo ciclista de Miajadas que van por el camino, les dicen que es precioso, y nadie lo duda, pero no está el horno para bollerías camineras. Hay mucho cansancio acumulado y las piernas no responden con ligereza.
La subida al aeropuerto de Lavacolla es un calvario para Luis, que llegó tercero. Juan ganó la etapa volante de montaña y Julio quedó segundo...
Se han vuelto a cruzar con los de Miajadas, puesto que al ir por carretera se llega antes que por camino, y se intercambian lindezas tales como "¿Qué, habéis ido subiendo a todos los arboles?" o "¿Cómo habéis llegado antes que nosotros, en teleférico?".
La subida hasta el Monte de Gozo es larga aunque no muy fuerte, son unos 7 km desde que comenzó antes de Lavacolla pero se hace muy cuesta arriba.
Ya huele a que queda poco y los bicigrinos se paran a tirarse sobre el césped de la entrada a una finca para tomar un respiro y reponer energías. Pasa caminando una pareja de peregrinos y Luis le suplica a ella "¿Quién me hace un boca a boca?". Ella, solícita, se les acerca y les pregunta si tienen un Almax. Están preparados para cualquier eventualidad: Julio le entrega tres pastillitas, que la chica se devorará con el mismo ardor que el que la corroe las entrañas.
La ruta va llegando a su fín y se van derramando algunas lágrimas de alegría por haber completado un camino que sabe a triunfo y a no se sabe cuántas cosas más que recorren la memoria de los peregrinos.
Llegada al Monte de Gozo, se hacen las fotos de rigor, vistas de Santiago, que ya se empieza a vislumbrar.
Bajada hasta el destino final de este recorrido, muy emocionante, por lo que representa el instante, pero decepcionante por hacer el recorrido por avenidas, muy feas y poco representativas.
Se encuentran a los invitados a una boda a la entrada de la iglesia. Se les vocea el clásico ¡Vivan los novios!, ¡Viva la madrina! Todos responden y les gritan con entusiasmo, vaya jolgorio.
Se ponen las camisas conmemorativas en la entrada de la ciudad para ir vestidos según manda esta ocasión.
Se encuentran en el suelo con una guía del Camino del Norte, la recogen y la guardan. ¿Es una señal del Apóstol para que vuelvan en otra ocasión?
Y hacen, ¡por fín!, su entrada triunfal en la Pza. del Obradoiro. Las familias, también visten las camisas conmemorativas, salen al encuentro entre vítores y demás algarabía. Los niños vienen a acoger a los peregrinos y vuelven a humedecerse los ojos de alguien.
Los de Miajadas, esta vez han llegado antes, también estaban esperando para recibirles con gran efusividad. Se agradece. Gracias, chavales.
Fotos de un bicigrino agradeciendo al Apóstol la protección ofrecida, y a por la Compostela, a la oficina del peregrino.
Se van a descansar a una casa de turismo rural: Xan Xordo, espectacular pazo acogedor para los bicigrinos. "Peaso" de baño reparador de agua caliente para recuperar el maltrecho cuerpo. Se agradece mucho.
Mariscada nocturna, con brindis incluido y a descansar entre sábanas limpias.
Al día siguiente, el día está encapotado, llueve levemente y sale tímidamente el sol, a veces. Misa del peregrino, abrazo de agradecimiento al Apóstol, y tras jalarse the last pulpo, se piran camino al "foro"... El lunes acecha... y, con él, otra vez vuelta a la cotidianeidad.
La llegada a casa hace creer que no ha pasado nada en estos días, que el tiempo se ha detenido y que se vuelve al punto desde donde se paró.
Ahora, a pensar en la preparación del próximo Camino...

3 comentarios:

Juan Zugasti dijo...

Como ya dije al principio de tu blog, cuando nos enseñaste las alforjas recién instaladas, éstas quedaban como el dueño, algo retrasadas. Después de leer este blog, que más parece un breve resumen de chorradas, me reafirmo.

Igual en vez de demarrar hoy como insinúas, lo que pasa es que para hacer exactamente lo mismo que tú me cuesta un 10% menos de esfuerzo. Porque todos los días tenía que pedalear una media de 20 minutos menos que tú para hacer el mismo camino y, además, pudiendo disponer de esos 20 minutos de media para ver o hacer cosas que tú no veías o hacías. Y no es que todos los días demarrara, es que me cuesta mucho menos que a tí hacer kilómetros. Bueno menos de bajada, que esos sí que los haces bien. Demarrar es distinto a marcar un ritmo constante mayor que el tuyo de top lady.

Y si te suben tanto las pulsaciones, háztelo mirar y cuidado con la coyuntura, abuelo.

Ya sabes, no pesan los años, pesan los kilos.

Ortum tedeum hermano bicigrino

Anónimo dijo...

Mi querido amigo, esta tarde, en el que creí tú último resumen, puse mi comentario de admiración y respeto por la gesta conseguida.
Ahora veo que éste no era tal, sino el penúltimo, por lo que ruego seas tan amable de mirar la reseña escrita.
Tómate un descanso y date un baño de sales, que dicen son muy reconstituyentes (mira a ver si LANAMARI se zambulle contigo, que mola).
PiterChampion.

Juan Zugasti dijo...

Al barón bicigrino le falta por poner los datos de la etapa final (y los de la del primer día)