jueves, 30 de abril de 2009

6ª etapa: Fonsagrada - Lugo (30/04/2009)

Hemos hecho unos 64 km. El cuentakilómetros del Lidl, está fallando más que la escopeta de feria y no marca bien, no es de fiar. Habrá que lanzarlo desde lo alto del monte para que se despeñe y se quede de recuerdo como la piedra de la Cruz de Hierro.
El día ha amanecido gris y lloviznando. He descansado como un rey en habitación individual. Reponer agua en la Fuente Sacra, que en la bici te quedas sin agua enseguida. Mucho viento frío y lluvia, mucha lluvia. Tiramos por carretera, los caminos están impracticables de barro y no es cuestión de perder más tiempo del necesario. Estamos congelados. Llegamos a Cádavo-Baleira a calentarnos al albergue pero está cerrado. Continuamos pedaleando y los guantes y piés están encharcados. Paramos a resguardarnos del agua y frío en un bar de carretera. Vaso de leche y Cola-Cao. Continúa la peregrinación y, mientras tanto, ha dejado de llover. Llegamos a Castroverde, donde nos detenemos en un bar a tomar un pincho y secar pies y manos con papel de periódico. Ya nos hemos calentado lo suficiente como para continuar.
El tiempo se porta lo suficientemente bien como para secar bastante la ropa que llevamos. Tomamos caminos y rodamos por entre árboles y bosques. Está chulo ésto. Vamos llegando a Lugo y casi sale el sol. Llegamos por la tarde a buena hora a Lugo, de tal manera que nos permite dar una vuelta por la ciudad amurallada, pasear, y sellar en el albergue. Como cierran a las 22:00 y vamos a cenar con la familia de Juan, que acaban de llegar desde Madrid, nos buscamos un hostal. Lo encontramos, guardamos las bicis, aseo, y a pasear. Cena con Mª José y los patitos.
A las 00:30h a acostar. A las 4:00h nos despiertan los borrachos que recorren la ciudad de garito en garito y van dando consignas filosófico-etílicas a los cuatro vientos. Me levanto, desbebo, recuerdo a los familiares de los chillones callejeros y recupero el sueño. Hasta mañana.

5ª etapa: Pola de Allande - Fonsagrada (29/04/2009)

74 km.
Etapa dura y eterna. Hemos llegado fundidos. Hemos subido a primera hora el puerto del Palo con lluvia fina, niebla en el alto, mucho viento gélido y mal tiempo. No podemos tomar variantes de camino porque la meteorología y el estado del terreno así lo aconsejan. La bajada era matadora pues el viento frío te helaba manos, cara, 'piennas' y 'tó'. Tomamos, en un bar de carretera, un vaso de leche hirviendo con Cola-Cao y unos bollitos hechos por la madre de la guapa y atenta chavalita que nos atendía. Nos entonó la mañana. Subidita, de nuevo, y bajamos a la presa de Grandas de Salime. Paramos a tomar unas instantáneas y la subida, otra más, nos va machacando poco a poco. Nos parecía eterna, 6 km, no conseguíamos llegar al pueblo de Grandas, ya hacía hambre. Por fín llegamos. La tarde está gris, aunque tímida y ocasionalmente se asoma el sol.
Entramos a comer en un bar recomendado por unas lugareñas y, otra vez cometimos el mismo error, dos horas de comida. Parte de la tarde perdida. No tenemos remedio. Ahora a recuperar tiempo. Comenzamos con otra subida, y van..., que nos deja valdados. Se trata del alto del Acebo. Límite de Asturias y Galicia. Queremos llegar a Fonsagrada, al albergue que hay a 1 km., pero estamos tan machacados que la cuesta de acceso al pueblo nos impide continuar. Mejor, porque hemos dado con la pensión Cantábrico que tiene unas habitaciones que ya quisieran muchos hotelitos. (Menos mal que el hotel de la entrada no tenía sitio libre, que, seguro, no iba a ser mejor) Y garaje para las bicis. Duchazo reparador, colada y a cenar pulpo, que se acaba.
Vuelta a la pensión y a dormir en mi habitación single...

4ª etapa: Cornellana - Pola de Allande (28/04/2009)

Amanece día con sol. Hemos tenido a nuestra entera disposiciòn uno de los mejores albergues del camino. Y en un monasterio. Sólo había un peregrino más, pero en otra estancia. Desayunar en Bar Dany. Pedazo de cocinera de lujo. Hace unas pulgas de bocata que te mueres. Todos pedimos alguna de las diversas, y buenísimas, que ofrecen y nos vamos a por las bicis al albergue. Repasos de engrases y resolucion de problemas mecánicos, perdemos mucho tiempo. Salimos a carretera, la subida es suave en dirección Salas. Mucho y peligroso tráfico pesado que te bufa a su paso, alguno no te ve y hay echarse a la cuneta para evitar que te quedes sin hombo izquierdo. Estoy algo contrariado por la peligrosidad que el tráfico ofrece al peregrino el rodar por esta carretera. Seguimos por camino embarrado hasta Salas. Pedro tiene problemas con el freno trasero, parece ser que al engrasar con el spray se le han contaminado las pastillas del freno trasero y retiene menos que una abubilla con colitis. Infructuosa búsqueda de repuesto al llegar a Salas. La tienda de deportes la regenta un aseñora que nos atiende maravillosamente pero no puede ofrecer remedio para nuestro caso. A cambio compramos unos Carajitos de profesor que son una delicia y reaniman el cuerpo human. Parada en la iglesia de Salas, que está abierta pero no hay nadie en la sacristía, que está cerrada y nos quedamos sin sellar. Vuelta atrás. Conseguimos sellar en el ayuntamiento, donde la amable funcionaria que ya salía de trabajar, volvió a su lugar y nos selló mientras contaba las penurias de su familiar que había fallecido y no sé que más... Me fuí rápido, que para penas estamos hoy.
Tomamos refrigerio en un bar y seguimos ruta por camino subiendo hasta el alto de Porciles y,después, la Espina. Esta ascensión es cómoda y preciosa porque vamos enmedio de un bosque viendo correr el agua del río Nonaya. Deja de ser cómoda cuando comienza a empinarse de narices y cuando, fatigados, terminamos la ascensión, llegamos a un llano junto a la carretera donde está un edificio que tiene un cartel luminoso "Club Nenas". Debe estar cerrado porque son como las 17h. y no parece que sea un afterhours. Continuamos ascendiendo hasta La Espina. Durante bastantes zonas de este camino nos estamos encontrando con obras porque están construyendo la vía del AVE y, en otras ocasiones, porque construyen o arreglan autovías y carreteras. Ésto hace que en ocasiones tengamos que desviar los trayectos. Aquí se pasa bajo un viaducto de una altura espantosa. Espectaculares las técnicas modernas de construcción civil. Hemos coronado el alto que nos deja resecos y fatigosos. Traguito de agua y aseguir, que nos queda media etapa y es media tarde. A esta paso no llegamos a ningún lugar. No sabemos qué está ocurriendo con la distancia que recorremos en cada etapa que se nos alargan más km. de los previstos. Cada día nos hacenos del órden de unos 15 km. más de los planificados, sin saber por qué.
Llegamos a Tineo por un carril bici que hay construido desde El Crucero (creo recordar, aunque la memoria me puede fallar) y paramos a sellar en el albergue. Charlamos con el hospitalero y nos vamos a comprar pastillas de repuesto para la bici de Pedro, que la lleva que no frena el de atrás. No hay repuesto para su bici pero sí para la mía. Me lo llevo. Seguimos la ruta por carretera y se van sucediendo los paisajes grandiosos asturianos. Tomamos caminos de belleza singular y con el sol que está haciendo, pero con viento muy frío, se disfrutan mucho más.
La tarde va pasando y necesitamos reponer fuerzas, para lo cual tiramos de despensa y conseguimos recuperar algo de energías mientras contemplamos en lo alto de una torre de alta tensión a un tío trabajando colgado sobre un cable que parece un funambulista. Y dicen que lo que hacemos es de héroes: ese sí que lo es.
El cansancio va haciendo mella, pero decidimos tirar hasta Pola de Allande, a ver si llegamos al albergue que hay pasados 2,5 km.
Por carretera comienzan los descensos vertiginosos con el gélido viento que te corta la cara. Hace frío y vamos justos de fuerzas. Bebemos mucha agua aunque no tenemos la sensación de tener sed. El viento te seca el sudor y no te das cuenta pero hay que hidratarse. La tarde se acaba y vemos que no llegamos. Si nos metemos por la variante de Hospitales, esta noche nos comen allí los lobos. Aparece la lluvia, neblina y azota la cara como alfileres. Última subida y, después, bajamos. Luis, "El Belga", ha tirado a tumba abierta carretera abajo porque Pola ya está cerca y, como es belga, ha ganado la etapa de hoy: al llegar junto al cartel de entrada del pueblo donde pone POLA DE ALLANDE, ha levantado el brazo en señal del éxito alcanzado. Y es que sabe que esta noche va a dormir calentito como un marajá en un hotelito. Son las 21h. Preguntamos en la Fonda La Nueva Allandesa si hay disponibilidad para cinco humildes bicigrinos. El dueño, Antonín, nos ofrece un despliegue de poderío: las bicis las dejamos a buen recaudo, y bajo llave, en un local suyo que era la antigua cafetería, frente al hotel. Las habitaciones están de lujo y la cena nos la pone cuando estemos aseados y decentemente vestidos. El hombre nos vé necesitados de afecto y él lo ofrece. Se agradece el trato recibido. Una ducha bien caliente te repone y alivia todas las penas que has tenido que soportar en la ruta. Bajamos a cenar y ya están en la mesa todos menos el Pani y yo, que nos lo tomamos con la naturalidad que dá el hacer las cosas tomándose el tiempo necesario, no menos. Hablan con Antonín, pequeña-gran personalidad, el cual ha visto las camisetas del unfirme que llevamos y le ha gustado. Nos pide que le regalemos una, se lo prometemos. Dice que la va a enmarcar y poner en lugar privilegiado en el restaurante para que todos la vean. ¡Qué orgullosos estamos de nuestra empresa!
Me tomo el primer tercio de la noche porque tengo mucha sed. Nos ofrece un paté de morcilla que ellos hacen, para llorar de la emoción. Es algo nunca visto, o sea, "inaudito" ;-). A continuación, nos trae un a sopera llena de cocido asturiano. Aquí se me caen lagrimones como garbanzos ¡Qué sabor! ¡Qué berzas!. Repito plato. De segundo nos trae un pastel de verduras suaaaaaveeeeeeee. De tercero nos pone unos repollitos rellenos de carne de ternera para morirse... No puedo con todo y me da mucha rabia. El Pani se lo ha jamado todo porque es un profesional y vive de esto...
Nos vamos a acostar y a hacer la digestión que nos lo hemos merecido. Y es lo que tiene el pasar calamidades, que luego va un ángel del camino, como Antonín, y te surte con creces.

3ª etapa: Oviedo - Cornellana (27/04/2009)

Al levantarnos tenemos la buena sensación de estar más descansados que otros días, y es que dormir en hotel hace bastante. Desayuno de buffet y a recoger las bicis del párquing. Montar alforjas y continuar camino. Nubes y claros, pero hace buen día. Visitar catedral y sellar. Ya vemos al Salvador en su casa. Salir de Oviedo está mal señalizado pero Juan lleva la ruta en el GPS y no supone un problema. Salimos por camino. Paisajes maravillosos. Pincho rueda trasera en un bonito lugar con una fuente: La Pipera. A Juan se le desajusta el cambio antes de Escamplero. Es más de medio día. Vamos a Trubia, un mecánico del Garaje Tino y el panadero que pasaba por allí, y es ciclista de carretera, nos lo arreglan. Enormemente agradecidos y, sin cobrarnos nada, nos despedimos de ellos y hago, desde aquí, un reconocimiento público de su predisposición y solidaridad. Nos dicen que subamos por la carretera hacia Grado, que la subida se puede hacer bien. Y tanto que bien, como que en algún momento hemos tenido que desmontar porque la pendiente exigía esfuerzos sobrehumanos y ya estamos cansados y mayores. Nada que algún mal benablo no ayude a reponer energías. Pasamos por Peñaflor, con su puente medieval y su iglesia de San Juan. Como sucede en la inmensa mayoría, esta iglesia está cerrada y se convierte en imposible la labor de sellar la credencial en ellas. Seguimos, ¡oh, sorpresa! por camino llano hasta Grado, lugar donde decidimos pasarle la manguera a las bicis. Han quedado limpitas y relucientes. Un poco de engrase y a proseguir pedaleando que nos queda un buen trozo aún. El perfil vuelve a ponerse patas arriba puesto que hay que ascender las cuestas del alto de Cabruñana y comienza a llover, pero se puede aguantar sin mojarse mucho. Se me ha roto un enganche de una alforja. Luis tiene la solución: lleva bridas desmontables con gatillo para quitarlas sin romperlas... y yo llevo diecisietemil y de todos los tamaños pero no son desmontables. En unos segundos lo solucionamos y así estaré durante todo el camino. No problem, cuando vuelva a Madrid, me pasaré por el Decathlon y la descambiaré porque guardo los tickets.
Al bajar por un camino con piedras algo resbaladizas, Luis vuelve a levantarse del suelo tras haberse quedado como un escarabajo pelotero con la tripa hacia arriba como consecuencia de otra caída tonta. Pretendemos llegar hasta Salas, aunque no sabemos si llegaremos allí con buena salud. Pasamos por Cornellana y seguimos pedaleando enmedio de la insistente lluvia y por carretera. Son alrededor de las 19h. Hacemos un alto en la entrada de una casa cubierta por un gran tejado, un portalón, y llamamos al albegue de Bodenaya el cual nos indica que hay plazas y nos esperan, pero hacen la cena a las 20:30 h y como hay más gente no podrán esperarnos a cenar pues, seguro, llegaremos muy tarde. Nueva llamada, esta vez,a la policía municipal de Salas y el guardia de turno comenta los datos necesarios como para que tomemos la decesión de volvernos al albergue de Cornellana. Nos damos la vuelta y según entramos a Cornellana, nos sale al paso un personaje que se identifica como el hospitalero (Tino): "Os he visto pasar y vengo a preguntaros si necesitáis acogida". ¡Qué casualidad! Estas cosas sólo pasan en El Camino, que es el que provee al necesitado. Cosas de los ángeles del Camino. ¿Verdad Tomatic?. Nos abre las puertas del albergue de par en par (Monasterio del Salvador, un lujazo ) para nosotros y nos deja la llave. Nos dá una gran y reposada charla de cómo funciona todo en el albergue (hasta los grifos, el azul: fría, el rojo: caliente), pues él no se queda, se va a su casa. También nos dá una charla magistral de cómo es el Camino que nos queda. Dice, el cachondo, que lo malo ya ha pasado, que Pajares es lo más duro, que lo demás es casi bajada... ¿Seguro que sabe lo que dice? Éste hombre, con la mejor de sus voluntades, está mal orientando a los peregrinos. Pero se lo agradecemos.
Preparamos la colada y la secamos. Nos duchamos. Estamos sólos. Nos aconseja cenar en el Mesón Dany. Allí encontramos el remanso de paz gastronómico del que estábamos tan necesitados.
Vuelta al albergue, a descansar, dormir y despertarme esta noche varias veces con los ronco-bufidos de Luis y los Zugasti. ¡Pero les quiero! Me levanto a las 3 y media para cruzar el patio interior y sacar la ropa de la secadora y tenderla en los radiadores pues sigue húmeda y mañana hay que ponerse algo de lo lavado. Allí me tienes, con un frío que pela, y a esas horas, tendiendo ropa en los radiadores de la cocina y de la sala contigua para que esté lista mañana... me muero de sueño. Atravieso el patio, de nuevo, y vuelvo a meterme en el saco enmedio de los bufidos de éstos. ¡Qué miedo!

lunes, 27 de abril de 2009

2ª etapa: Pajares - Oviedo (26/04/2009)

Despertamos en el albergue de Pajares con la extraordinaria vista del valle, sol en las cumbres, alguna nube, y nieblas descendentes. El desayuno fue con rosquillas, gracias al excepcional detalle de Marisa, la hospitalera, que fue quien las hizo y como sabía que por la mañana los peregrinos madrugan y el bar está cerrado, nos dejó las rosquillas con mucho cariño. Estaban riquísisisisismas...
Esta mujer es un angelote del camino. Que lo sepan todos: , si podéis, hay que ir al albergue de Pajares y compartir ratitos con esta mujer, es un cielo.
El tiempo es bueno, frío pero no llueve y a ratos sale el sol.
Nos decidimos a bajar hasta San Miguel del Río por un camino de un desnivel increíble. A nuestro paso, los caballos, las ovejas y las vacas nos ven pasar con cierto aire de extrañeza ("¿Quién será éstos ignorantes que pasan de largo y no nos atienden? ¡Qué prisa tienen, siendo domingo!"). Entramos en la iglesia a sellar, los parroquianos, unos diez, esperan a que el sacerdote comience la eucaristía. Le preguntamos al mosén que si nos puede sellar y nos responde que no porque esa parroquia era algo así como que allí no correspondía tal sello por no se qué motivo de que el Camino no pasa por allí ... ? ... Por este Camino no es nada fácil encontrar iglesias abiertas, y las que lo están no tienen sellos o no tienen costumbre de hacerlo. A este paso vamos a llegar a Santiago con la Credencial sin estrenar.
Subimos a Sta Marina por repechón de camino cementado que te hace desmontar si no quieres que se encabrite la montura y te caigas de culo al suelo. El paseo es agradable. Tras ver la ermita, seguimos ascendiendo por detrás, por unas casinas hasta que dejamos la aldea tras de nosotros y comienza un ascenso tan pronunciado, tan empinado, tan casi " en pared" que nos decidimos no seguir por el tremendísimo esfuerzo que hay emplear, el tiempo que perdemos y la amenaza de diluvio de un cielo que tan pronto está despejado , como nublado de color casi negro. Damos la vuelta y tomamos una carreterina con una dura subida que nos lleva de nuevo a la carretera N-630, que baja desde Pajares. ¡Toma ya, estamos a 3 km de donde despertamos! Allí iniciamos un vertiginoso descenso a velocidades excesivas. Llegamos a Campomanes con sol y con algua gota de agua, que lo deja enseguida. Tomamos un pincho de tortilla en la entrada, Bar el Ave (Es que lo están construyendo y pasará por aquí). Hemos ido a sellar la credencial a la iglesia pero no hay nadie y la sacristía está cerrada. Pues nos vamos.Intentamos seguir por camino pero el lugareño de turno, en la estación del ferrocarril, nos aconsejó no hacerlo pues el camino está muy mal. Aconsejaba tomar una carreterilla que nos conducirá hacia Mieres. Salimos por carretera sin tráfico paralela a la 630 y a buen ritmo, llaneando, llegamos a Mieres sobre las 15h.
Pretendíamos parar a comer algo en plan bocata y no enrollarnos, pero, como la carne es débil, nos topamos con una sidrería enorme (La Xagosa. Poligono Gonzalin, 31), paramos, miramos y nos quedamos a comer unas fabes con pitu (pollo de corral), una merlucita y postre con café. Todo genial, pero nos hemos entretenido más de lo necesario, casi dos horas. Tienen una parrilla enorme para hacer costillares y carne a la brasa que alucinas... A los postres, Luis se nos queda dormido literalmente sobre la mesa, pero revive al traerle el segundo plato. Lo ha olido, no cabe duda. Terminamos y nos vamos a por las bicis. Pero ha merecido la pena, estaba riquísimo...
Ahora toca quitar los cables antirrobo, vaya rollo,pero no queda más remedio para evitar malas tentaciones. Proseguimos camino por Mieres hasta llegar al Albergue con la ilusa pretensión de sellar. Está cerrado. Hay que llamar a un tfno. en el que el hospitalero te atenderá, pero no vamos ahacerlo por no perder más tiempo. Se pone a llover un agua muy finita que, aún, no cala. Tras ponernos los chubasqueros comenzamos la subida al alto del Padrún, la cual, con la lluvia y la tripita llena se antoja imposible, pero el que está a las duras también lo está a las maduras y comenzamos a tirar con firme decisión hasta llegar a coronar el alto. Junto al cartel indicador del Alto del Padrún, y como premio, nos sale el sol y nos hace parar a despojarnos de la ropa de agua. El paisaje desde arriba es maravilloso. Un regalo.
Ahora bajamos por el otro lado del monte y vemos a Luis patas arriba en el suelo, un hectómetro delante nuestro y un autocar parado a su lado y un coche detrás ¡No puede ser! ¿Es Luis el que está en el suelo? Se levanta sin más problemas que algún desollón en el codo...
Llegamos a Olloniego, donde difrutamos un ratito del puente de Olloniego y del mojón que marcaba la distancia hasta Oviedo de legua y media.
Proseguimos subiendo, de nuevo, por carretera, por Picu Llanza hasta la Manjoya. Ésto se hace más largo y pesado de lo que esperábamos. Mi cuentakilómetros de 6 leurazos del Lidl comienza a mostrarse tan fiable como barato: me paro y sigue contando a una velocidad de 52km/h... ésto no lo había previsto, si sigue así voy a llegar a Santiago mañana por la tarde-noche, y yo sin moverme del sitio.
Entrada a Oviedo. El albergue tiene un problema, sólo atienden de lunes a viernes en horario funcionarial de 19 a 20:30h y los fines de semana llamando a un tfno. que, si lo cogen, no pueden atenderte ya que la hora de atención es la misma... vaya asistencia a peregrinos. Conseguimos un hotel gracias al buen hacer de Mª José. Hotel Covadonga. Dejamos las bicis en un párquing cercano tras intentarlo sin suerte en otro vigilado por dos señores muy antiguos los cuales no sabían dar respuesta a nuestra necesidad de dejar 5 bicis en una plaza de vehículo...
Cena y a descansar. Esta noche Luis roncará sólo en su habitación individual. Aún así se oyen los bufidos de los vecinos (Los Zugasti) de la habitación contigua a la nuestra (José Luis y yo).

domingo, 26 de abril de 2009

1° etapa: León - Pajares (25/04/2009)


72 km de recorrido para empezar. Hemos acabado cansados, algunos muy cansados y alguno machacado.
Las previsiones meteorológicas apuntaban muy mal debido a que estaría lloviendo todo el día, pero el Santo nos ha premiado con un día de huevos fritos: nublado y sol. Primeros problemas mecánicos con mi cadena, se sale con piñón grande. Solución: no engranarlo y ya lo ajustaré algún día de éstos... o no.
Con paso tranquilo y con sol, vamos pedaleando con ambiente distendido hasta que comenzamos a pasar las primeras cuestas lo que nos obliga a apretar dientes. El momento duro de la mañana fue la subida a la Loma de San Pelayo. No creía que fuera a ser tan dura, nos hemos tenido que ayudar unos a otros, empleándonos a tope. Nos ha costado mucho, mucho, mucho esfuerzo subir. La pendiente debía ser del 45%, una pesadilla. El terren, de tierra suelta y guijarros, resbalaba bastante y no permitía pisar sin que se deslizaran los pies. La lluvia intentó aparecer, aunque de forma tímida, en varis ocasiones aunque no llegó a mojarnos mucho. José Luis tuvo problemas con la rodilla y no se le quitaron ni con el descanso en la comida. Pareció que iba a retirarse hasta que en Buiza subió el sillin. Mano de Santo. Cuando se vio sin molestias era el más feliz del mundo y tiraba como un poseso. No había quien le echara mano. La cosa se puso fea cuando la lluvia arreció en Busdongo, allí Luis compró unos bollos que reanimaron las justitas fuerzas del personal. El Hostal estaba cerrado y nos dijimos que tiraríamos hasta el albergue de Pajares. En ese momento comenzó una ventisca de nieve que nos hizo pasarlas de a kilo.Las fuerzas estaban muy justas y el final de etapa era subir al alto de Pajares... Con niebla cerrada, con 1 grado de temperatura y nieve y viento que te frenaba la subida. Un infierno que costó Dios y ayuda superar. Paramos en la Colegiata de Sta. María de Arbás pero la niebla no nos dejó verla en toda su hermosura, además se encontraba cerrada. Proseguimos el ascenso hasta que llegamos a coronar el alto del Puerto de Pajares. Nos refugiamos en una taberna abierta, el cual tenía una acogedora lumbre encendida, que reanimó al personal, además del vaso de leche caliente con miel que nos tomamos y sirvió para entonar los maltrechos y ateridos cuerpos por el frío. Luis estaba desencajado y casi feneció en la subida. La bajada por la vertiente asturiana fue peligrosa por la casi nula visibildad con la niebla y la ventisca que nos envolvía. Pero como todo esfuerzo tiene su recompensa, llegamos al pueblo de Pajares (a 5 km del puerto de mismo nombre) y allí nos esperaba Marisa, en el albergue, a la que habíamos avisado de nuestra llegada. La calefacción la encendió para nosotros 5, los únicos peregrinos. El albergue tiene 1 año y es un lujo.
Tras el aseo de rigor al bar del pueblo, al cual, Marisa, un cielo, había informado de nuestra presencia. Muy rico y bien atendidos, nos fuimos a descansar y a recobrar fuerzas.

Traslado a León (24/04/2009)

Tras recoger furgoneta y utilitaro, José Luis y yo, recogemos a Luis, Juan y Peter Champion. Recolocamos bicicletas y alforjas. Nos comemos unas croquetas y boquerones en vinagre que ha hecho Yolanda y nos piramos como los campeones hacia el algergue municipal de León. Tras un viaje tranquilo y sosegado llegamos a destino sobre las 20h. y nos instalamos en una habitación para nosotros sólos. Salimos hacia el barrio Húmedo a cenar, quedamos a ver a Agustina en su Taberna del Obispo, lugar recomendable (Pza. de puerta del Obispo, 15). Luego una morcillita de León en La Bicha, unas pizzas en otro lugar y para completar la gracia, unos cubatas en el Julius, ambiente curioso... los personajes procedían de un remake de la taberna de la Guerra de las Galaxias.

lunes, 20 de abril de 2009

Recoger La Credencial.

El viernes 17 abril 2009, a las 19h. hemos ido a la Iglesia de Santiago y San Juan Bautista, en Madrid, para que nos entreguen la Credencial del Peregrino. Asistimos José Luis, Pedro, Andrés, Luis, y yo. Juan ha llegado tarde, comenzada la misa y en deplorables condiciones. El trabajo lo está martirizando...
A las 19:30h asistimos a la eucaristía. El señor cura le ha llamado la atención a Juan porque estaba grabando el comienzo de la misa y le ha advertido que no se podía grabarni tomar fotos... y antes de finalizar la misma, el jóven, y cantarín, sacerdote nos ha sacado delante del altar, ante de todo el mundo (9 beatas mujeres) para darnos la bendición del peregrino, ha sido una situación cortante pero emotiva y plena de simbolismos. Muy emocionante. Ya hemos cumplido con una parte más del ritual y está en nuestras manos "la cartilla" (Peter Champion dixit).
Nos vamos a celebrarlo delante de unas cervecitas y unas raciones (Hay que aprovechar la tarde. ¿Quién juega al mus y no echa un envite?). En medio de una muy interesante conversación que abarcó diferentes temáticas, entre las que pueden destacarse, nuestro inmediato viaje, fútbol y muyeres, como no podía ser de otra forma, casi acabamos con las reservas de cerveza del local. Ha sido en ese instante cuando Andrés nos ha dado una mala noticia: no puede venir a acompañarnos a realizar El Camino. Su salud aún está en fase de rehabilitación y no debe cometer este exceso. Lo hemos sentido mucho, por él, sobre todo, pues parecía una buena compañía. Le daremos un abrazo al Santo de su parte.

martes, 14 de abril de 2009

La Credencial


Hoy hemos decidido que vamos a ir a por la Credencial este viernes 17 de abril 2009. Vamos a la iglesia de Santiago (Madrid) a las 19h. A las19:30, en la celebración de la misa, hacen la bendición al peregrino, que será el comienzo del ritual previo a las andanzas que nos esperan.

domingo, 5 de abril de 2009

CAMINO DE EL SALVADOR Y PRIMITIVO





Es definitivo y quedan poco más de 10 días: nos vamos a recorrer el camino de EL SALVADOR y PRIMITIVO desde León.


Aún no he preparado el material ni el medio de transporte que nos acerque a León aunque, me parece, que a los demás les pasa lo mismo.


Tengo la sensación de que esta vez El Camino no es algo desconocido y mitificado, como pensaba el año pasdo antes de realizarlo. Sabemos que éste va a ser muy, muy duro, pero nos hemos lanzado a por él y ya no hay vuelta atrás. Es más, hasta nos ilusiona el poder hacerlo.




Mientras tanto, seguimos saliendo por la sierra Madrileña, que nos permite tonificar el músculo... y el alma, una vez que reponemos sales minerales en los diversos locales hosteleros del ramo.