lunes, 10 de febrero de 2020

Fase de montaje equipamiento

Les presento a la que me va a guiar por esos andurriales de Dios. A mí y mi equipaje:


La impaciencia me ha obligado a no comer hoy por culpa de querer montar el transportín.
El transportín no está preparado para ruedas con frenos de disco así que hay que currar para que me valga.
No se crean que ha sido sencillo, el asunto se ha complicado más de lo esperado. Los tornillos, casi siempre, son de medidas "autoalterables" (El significado debe ser entendido como que se transforman y crecen o menguan cuando los que has escogido en la tienda crees, sin dudarlo, que te van a valer) y ello requiere manipulaciones en el material para readaptarlos al fín concreto a que se destina. Vamos que he tenido que cortar con sierra el tornillito de las narices, hasta que he logrado la medida exacta.

Por último, el montaje de las alforjas no ha supuesto ningún esfuerzo extraordinario.
Con éstas, me piro a dar una vuelta y probar el comportamiento del montaje en cuestión.



Acabo la prueba con resultados satisfactorios .
Y con un pinchazo (ya conocéis lo "agreste y duro" que es el terreno por donde transcurre el carril bici madrileño por Las Rosas) en la rueda delantera a los 3,5 km de salir de casa, hecho, éste que resuelvo con mi natural destreza en un parque junto a una gasolinera...